Tácticas revolucionarias. Mijail Bakunin

El carácter destructivo de la rebelión popular
La insurrección popular, por su misma naturaleza, es espontánea, caótica y despiadada; supone siempre la destrucción de su propiedad y la ajena. Las masas del pueblo están siempre dispuestas a sacrificarse y lo que las convierte en una fuerza dura y salvaje, capaz de actos heroicos y de objetivos en apariencia imposibles, es que poseen muy poco y con frecuencia absolutamente nada y que, por lo tanto, no están corrompidas por el deseo de propiedad. Si la victoria o la defensa así lo exigen, no se detendrán ni ante la destrucción de sus mismas aldeas y, puesto que además la propiedad no está en su poder, pueden llegar a evidenciar una verdadera pasión por la destrucción.

Papel de la pasión destructiva en el proceso histórico
Esa pasión destructiva, sin embargo, está lejos de elevarse a la altura de la causa revolucionaria, pero sin ella la revolución sería imposible, porque no puede haber verdadera revolución sin una destrucción arrolladora y apasionada, una destrucción beneficiosa y fecunda, pues sólo de ella nacen y surgen mundos nuevos.

Tácticas revoluionarias. Mijail Bakunin. Libros Dogal, Madrid, 1978.

Del caminar sobre hielo. Werner Herzog

Del caminar sobre hielo fue escrito por Werner Herzog en 1974. Se trata del cuaderno de notas que llevó consigo durante un viaje de Munich a Paris donde el punto de llegada no era un lugar -o no sólo un lugar- sino una forma de mirar, de estar en el mundo. Herzog recibió en Munich la noticia de la grave enfermedad de Lotte Eisner, una de las más importantes profesional del cine alemán del siglo, y decidió que debía ir a verla; decidió también que esa visita no podía ser dentro de unas horas, las del trayecto en avión de una ciudad a otra, de un país a otro, sino que el recorrido debía conducirle a otro estado, a la gravedad absoluta del hombre que se enfrenta a la muerte. Por eso, con la claridad de iluminado y con la simplicidad del loco, decidió que debía ir caminando: un par de botas, una bolsa de deportes colgada del hombro, una chaqueta, una brújula. El trayecto comenzó el 23 de noviembre de 1974 y finalizó el 14 de diciembre de ese mismo año. Cuando llegó a la ciudad francesa, Lotte Eisner estaba viva. Había sobrevivido a la enfermedad. Para poder visitarla en su convalecencia, Herzog había tenido que anteponer el espacio y el tiempo, el transcurrirse del espacio y del tiempo, la condición necesaria.
(Leer más aquí)
Del caminar sobre hielo. Werner Herzog. La Tempestad, Barcelona, 2003

Meditaciones. Marco Aurelio

De mi padre: la mansedumbre y la firmeza serena en las decisiones profundamente examinadas. El no vanagloriarse con los honores aparentes; el amor al trabajo y la perseverancia; el estar dispuesto a escuchar a los que podían hacer una contribución útil a la comunidad. El distribuir sin vacilaciones a cada uno según su mérito. La experiencia para distinguir cuándo es necesario un esfuerzo sin desmayo, y cuándo hay que relajarse. El saber poner fin a las relaciones amorosas con los adolescentes. La sociabilidad y el consentir a los amigos que no asistieran siempre a sus comidas y que no le acompañaran necesariamente en sus desplazamientos; antes bien, quienes le habían dejado momentáneamente por alguna necesidad le encontraban siempre igual.

Marco Aurelio. Meditaciones, Libro I. Biblioteca Clásica Gredos, RBA Bolsillo, Barcelona, 2008.